El poder de la palabra impuesta
Las definiciones de muchos términos suelen ajustarse al momento en el que se pronuncian o a la conveniencia del orador. Por ejemplo la palabra “terrorismo” es definida por la mayoría de diccionarios impresos o en línea como una serie de sucesos violentos que se ejecutan para lograr un dominio a través del terror y quienes se valen de estos medios son catalogados como “terroristas”.
Es obvio que en todo gobierno los significados de las palabras son relativos, ayer una cosa, hoy otra y mañana lo mismo. También son relativos y metamórficos los significados de los hechos ejecutados por agentes o militantes del gobierno o por sus opositores. Todo término o acto está sujeto a cambios bruscos de acuerdo a las circunstancias como los impuestos que en gran parte son creados de manera “temporal”… dadas las “circunstancias”.
En el gobierno del señor Uribe sí que se les ha sacado canas a los estudiosos del lenguaje y la retórica acostumbrados a las artes del buen decir y de repente golpeados por las artes del buen mandar. Es terrorista todo aquel que cometa actos violentos para crear un dominio, en su mayoría colectivo, es necesario anotar que, según la Seguridad Democrática, se es terrorista sólo si se milita en un grupo armado ilegal y los únicos grupos ilegales terroristas en Colombia son las FARC y el otro grupo guerrillero del que se habla poco porque por lo general se le escucha decir al mandatario: “Esos terroristas, o esos guerrilleros, o esos bandidos de la FAR!!!”.
Que si son terroristas las FARC??? Claro que lo son!!! Ejército del pueblo, las güe**s!!!! Sin embargo se polarizó el término, es más se le dio expansión clasificatoria, todo aquel que no milite en las filas del gobierno de manera física e ideológica es considerado terrorista. Aquel que ose manifestar una opinión que no esté literalmente ligada a la verborrea del presidente es, de seguro, un terrorista que atenta contra la mesiánica Seguridad Democrática contra el único camino a la salvación de este país.
Los mismos patiños del presidente predican a capa y espada que el único modo para lograr una Colombia ecuánime es el la ideología guerrerista y Joseobdulista de Palacio. El pequeño “Mini –Mi” de Uribe el ex ministro Agrarias no duda en decir que aquel que busque un acercamiento con la guerrilla es un benefactor del terrorismo y un pantallero político que lo único que busca es desprestigiar la imagen gubernamental y cuya conducta punible debe ser considerada riesgosa para la Nación.
¿Es un acto terrorista el actuar en pro de la liberación de personas que llevan años pudriéndose en la selva? A la mano tenemos el caso del cabo Pablo Emilio Moncayo, la guerrilla lo secuestró y el gobierno le niega su libertad porque según este, se trata de un espectáculo politiquero de campaña electoral. Hágame el favor!!!!
La megalomanía del presidente es tan nociva como una copa de líquido para destapar cañerías. Esta megalomanía no sólo golpea a sus contradictores armados, peor!!!, a los que no tienen ni mierda que ver con el conflicto que lo tiene en el Casa de Narí, es tan cínico el momento que vivimos que "no se pueden poner en igualdad de condiciones a los criminales con los agentes del Estado". Hágame el hijuemadre favor!!!
Las víctimas son selectivas, desde Soacha y otros lugares del país, se clasifica hasta las que pueden ser reparadas o indemnizadas y a las que no se les puede dar ni un peso hasta que no tengan el respaldo de un fallo judicial. Mejor aún, la únicas víctimas de este conflicto armado… UPSSS!!!! Perdón!!!... las únicas víctimas de esta “Amenaza Terrorista” son las que generan los grupos armados al margen de la ley, es decir los narcoterroristas bandidos de la FAR!!!! Los demás son manzanas podridas en el jardín del edén. En la calle dicen que hasta la mona más guapa suelta su bola de caca. Pero hasta el bidé más fino se puede tapar.
Y aquí ya estamos de caca hasta la corona. Caca con sabor a falta de ética y enriquecimiento ilícito (Tom y Jerry, según el papi no es ilegal pero qué diablos… es cochino!!!). Caca con sabor a falsos positivos (asesinatos selectivos fruto de incentivos de poca monta a militares que por salir a ver a la moza son capaces de matar a cualquier cristiano y disfrazarlos de guerrillero). Caca con sabor a injusticia sin reparación, con sabor a que el gobierno hace a un lado a los que sufrieron a manos de los paras. Es una montaña de mierda con sabor a que se le da más importancia a los victimarios que a las víctimas… aunque desde un punto de vista más acorde a Uribe, esos victimarios no serían victimarios porque actúan de la mano de la divina Seguridad Democrática y esas víctimas no serían víctimas sino un grupo de quejetas que lo único que quieren es aprovecharse del corazón grande del presidente y sacarle del bolsillo la platica destinada a continuar con su “justicia social” y su “estado de derecho” (es más derecha la circunvalar), quejetas que amangualados con políticos y periodistas mamertos narcomarxistas enemigos de la patria sólo buscan votos y reclutar adeptos a sus ponzoñosa y antipatriota filosofía.
Ese salpique de boñiga nos infecta silenciosamente, y no sólo la tenemos encima sino que la estamos comiendo a pocos. El tiempo pasa y la costumbre amansa. Esta polarización sólo es un ingrediente más, hay que ver los foros de los periódicos y revistas punto com, espacios de opinión libre convertidos en una caneca de groserías y madrasos… si esos foros fueran frente a frente… Así las cosas ya no son necesarias las cortinas de humo, basta con demostrar a grito quien es el que manda y a punta de arbitrariedad se arrea al ganado. Si así nada más los militares son abusivos, imagínense cómo se van a portar con esta alcahueta verborrea de la Seguridad Democrática!!! Y diga algo a ver cómo le va!!!