domingo, 27 de septiembre de 2020

Me puse a leer la prensa dominical y me encuentro con esta terrible, aterradora, escabrosa y espeluznante noticia.
Qué triste, de verdad, qué tristeza de país.

jueves, 10 de septiembre de 2020

𝐓𝐨𝐦𝐛𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐚𝐜𝐞 𝐭𝐨𝐫𝐜𝐢𝐝𝐨

Quien algo me conoce, sabe que soy un criticón de primera, pero, también que no me gusta mezclarme con las mayorías que se dejan arrastrar por una tendencia y tampoco genero mis criterios viendo memes.
Para criticar algo investigo al menos un poco, lo leo, lo veo, lo escucho... un ejemplo práctico, las series o películas que todo el mundo adora... me siento con las facultades para dar palo porque procuré digerirlas y las comparé con otras, que, por su naturaleza no son de estándares mediáticos por lo que en el imaginario del vulgo no llegan a ocupar un lugar en el podio por mero desconocimiento... Duncanville o The Boys, con comerciales cada 10 segundos me dan mala espina y al verlas me dan rebote... por mencionar algo.
Pero, no se trata de cinematografía… Los tombos, hacia ese punto me dirijo. Porque nosotros tenemos tombos y uno que otro policía, aplica para todos los rangos.
Sí, tombos, entre tontos y bobos, sí, claro que sí, tombos. No se trata de un individuo, es una institución en un estado donde nos meten las institucionalidad por todos los esfínteres. Por tanto, tenemos el derecho a esperar lo mejor de cada institución, como efecto natural a un causa que nosotros mismos mantenemos con nuestros bolsillos.
He indagado por mi cuenta respecto a la historia de esa "fuerza", lo cual no hace a un lado las experiencias propias y las de personas allegadas, no solo me baso en las noticias de momento, hay que insistir en que no son casos aislados. En fin, primero un desahogo al respecto…
He escuchado policías decir, "Uno les da en la jeta porque ese es el trabajo, ¿qué podemos hacer, por eso le pagan a uno?... Los escucho y no replico, nada se lograría buscando un debate con una persona que emite un enunciado como ese. Hasta resulta comprensible viniendo de un institucionalizado.
No vale la pena discutir con un institucionalizado, es decir, es paradójico que a diario estén maltratando a los que podrían ser sus vecinos, pues sus recibos del agua y la luz tienen el mismo "estrato" de las personas a las que aporrean. Le parten la madre a los que podrían ser sus vecinos solo por un sueldo, pues sus recibos del agua y la luz tienen el mismo "estrato" de las personas a las que aporrean, en caso opuesto, si el estrato de la contraparte es mayor, es al tombo al que le dan en la jeta o le dicen ¿Usted no sabe quién soy yo?... Sin embargo, los tombos aceptan eso, pues son insubordinados al poder del dinero.
¿Qué tipo de persona acepta romperle la cara a un campesino que, de cierto modo, le llena el plato de comida? No hay sueldo que valga eso… ¿O sí?… Bueno, es el dinero el motor de los uniformados, por algo cada rato aparecen bandas de tombos rateros. Por algo el ñero del barrio se mete a tombo, breve ¿cuántos beneficios tienen? y ni siquiera se deben mantener en forma. Lo gracioso es que ellos dicen que los atenidos somos nosotros los de las universidades públicas.
Mi experiencia personal genera un juicio, es normal, pues siempre he procurando ser un buen ciudadano, respetuoso y moderado hacia los agentes del orden, es más, ni les hablo más de lo estrictamente necesario. Sin embargo, son reducidas las ocasiones en donde ha sido recíproco el trato. Que uno no reciba un trato amable porque, simplemente se les da la gana de portarse como bestias… ¿hombre! tengo todo el derecho de llamarlos TOMBOS y de no referirme de la mejor manera a su institución.
Con uno se portan como bestias, con las damas, como bestias en celo... No le deseo a ninguna dama toparse en su camino con un tombo, espero que nunca les pase eso. O ¿ustedes se sentirían tranquilos si les informan que una dama de sus afectos fue llevada a una estación de policía, porque sí, pues así actúan, porque se les da la gana.
Es tan chistoso el asunto, que cuando un policía actúa bien, es decir, hace su trabajo como se debe, casi que lo mandan canonizar.
Notaron que mis encuentros con la tomba no pueden describirse como buenos recuerdos ¿de qué otro modo puede ser? A ver, soy mechudo, tengo aretes, escucho rock, soy egresado de la Universidad Nacional, por tanto, para un tombo; que así tenga el hablado más ñero del planeta, una camiseta de equipo de fútbol debajo del uniforme, un "rintón" de norteña o ñeretón, es decir, que solo le falte el tatuaje de tinta china en la mano, que no se hizo de chimba o no lo dejaban ser tombo… para ellos soy un mariguanero-bazuquero-castrochavista-satánico, etc.
He tenido que hacer de tripas corazón para no mentarle la progenitora a más de uno de esos personajes. Noto que los ofendo al mostrarles mis credenciales de docente, "Yo no le pedí ningún carné de nada, deme la cédula", me dijo alguna vez un tombito mientras otro tombito me encañonaba, porque sí, porque se les dio la gana un sábado pasado el medio día cuando me dirigía a casa.
No alcanza el espacio para mencionar las historias propias y las de mis conocidos y conocidas. Si alcanza para agregar, debo hacerlo, que he conocido buenos elementos de esa institución, en especial, los que por su área de trabajo y funciones no portan uniforme, esa maldición verde (de horrible diseño) que hace tanto daño, esa investidura por la que se creen "Mariobros" con la "estrellita" encima.
He tenido estudiantes policías que me han dicho, "Allá no les gusta que uno estudie, profe"... incluso dejan esa vida porque abren sus ojos a la vez que abren un libro.
Está bien decir que no son todos unas porquerías, obvio hay muchos que prestan un servicio a sus comunidades, porque son sus comunidades así a muchos no les parezca. En los pueblos muchos obran de buena forma, pero en la ciudad… la ciudad nos hace daño a todos, nos pudre, nos modifica de manera sistemática y egoísta, en escalas según el materialismo que habite cada cuerpo.
Lo que muchos tombos no comprenden, si es que algo comprenden, es que para el gobierno, los altos mandos, las instituciones: los tombos de a pie, son solo eso, tombos de a pie que sirven a sus intereses, son un cuerpo de celadores que todos les pagamos, su escolta personal que los otros de a pie mantenemos.
Con todo esto y más, que está bien quejarse, molestarse, emputarse, pues así sea uno solo el elemento picho de ese hermoso árbol verde que nos pinta el estado: Se puede ir al demonio el estado y su cochino árbol, porque si lo mantenemos con nuestros impuestos, por lo menos el estado debería podarlo cuando se deba y tenerlo impecable, por lo menos eso.
Esa institución es ofrecida como la panacea del orden, bienestar y protección al ciudadano por tanto los ciudadanos tienen derecho a enrabonarse cuando, de manera exponencial, el abuso de autoridad por parte de las "dos manzanitas podridas" avanza como tornado. Además, los ciudadanos tienen derecho a la protesta de todo tipo, no a la de "Oye, es que el CAI no tiene la culpa", es protesta de brazos cruzados y de "marchen pero por allí para que no hagan trancón" que desde todos lados pintan como la forma más efectiva de protesta.
Los que dicen que no hay que elevar la voz por unos cuantos tombos picaritos y traviesos, fijo viven madriando al banco, porque los atendió mal el cajero... "Oye, no hables mal del banco porque el cajero te atendió de mala forma, no importa que el banco te quite una cuota mensual, te cobre por retirar, te de unos intereses de mierda y nunca te hagan un préstamo, es culpa del cajero que te atendió mal".
La policía colombiana siempre fue pensada como un grupo de celadores para las clases empotradas en el poder, nunca existió interés por educar a los agentes antes de armarlos y situarlos arriba del resto de sus pares sociales. Es un negocio redondo, porque nosotros les pagamos su fuerza privada de seguridad, nosotros les pagamos sus tanquetas, sus teasers, su esmad…
Tombo es, entre tonto y tombo, pero nosotros somos los pendejos, los idiotas útiles.
Les invito a leer el texto adjunto, "1892, un año insignificante" que, con varías anécdotas de la Bogotá de antaño, propias del circo de mala muerte que es el estado colombiano, les va a permitir decir: ¿Ah, con razón estos estos hijuemadres son así? – Tombo que nace torcido…

lunes, 13 de julio de 2020

Es ROCK, sin diminutivos

En alguna reunión, una dama de la costa Atlántica: "Ahjá, pero qué es esa música, cambien eso, pongan algo bueno, pongan un vallenato, podque to´a la noche con es bulla, no joa un vallenato, yo soy silvestrista".
Y pues, le puse su vallenato: If you don´t like rock and roll, it´s to late now...
Sí, me voy a reunir con un grupo de fumadores y les voy a decir. Ayyy, dejen de fumar, me fastidia ese humo, ya no más, dejen de contaminar... bueno eso de "A donde fueres has lo que vieres" lo tomo como, respeto a las creencias y gustos ajenos, por equivocados que estén existe una razón o millones de razones para que las abracen, años, siglos de concepciones que no podemos escupir solo porque hemos tenido la bendición de ver un poquitito más allá del límite en que ellos viven.
Ah, son incontables las veces que he salido con amigos y conocidos a quienes no les gusta para nada el rock, bueno, he de comenzar por mi familia, en cuyas reuniones lo más cercano es Juan Gabriel, los Taiguers, o los Rayos.
Desde siempre opté por ir a donde las personas se sienten a gusto, porque desde siempre noté que la mayoría prefiere que se le tome la palabra y se le brinde el confort a su acomodo, en eso radica su felicidad. A ellas y a ellos, nunca les pedí que fuéramos a un sitio donde la música se acomodara a mis gustos, pues intuía que a los cinco minutos iban a hacer caras y levantar quejas, es más lo corroboré muchas veces, como con la doña que mencioné previamente, pues se creía doña y con desdén preguntaba cómo a "nosotros" nos podía gustar ese ruido... sí, la misma que pedía música del silvestre.
Por tanto, puedo decir que conozco más antros de la música que le gusta a la mayoría que bares de rock o cosas así. Incluso prefería una taberna paisa a los bares de "rocksito" a donde me invitaban aquellas y aquellos que velando por parecer tolerantes y de mente abierta y decían, "Yo escucho de todo, si claro, el rockcito me gusta", eso ya me da para desconfiar, pues eso de rockcito es como decir tormentica, puñito, revolucioncita, discursito, es decir, algo que ni llega a un estado medio, algo que no incita debate, que no ofende ni hace pensar, algo digerible y hecho para ser exhibido en una vitrina, algo como una marcha que no detenga el tráfico y sea controlada por los tombos, algo que no vaya para nada en contra del establecimiento.
Por otro lado, está la élite, que hasta en los comedores de mierda existe, los que dicen, Marica, vamos a escuchar buen rock y a tomarnos unos "chots", en "Mariqui´s Perris Bar" ponen una música ufff y es rebien". Rebien es una cerveza de 10 mil pesos… Me tocó pagar cuentas que ese tipo de pendejos no podía sostener por andar quemándose la jeta con una papa caliente. Pero, lo del dinero es aparte, la música era la misma joda que suena en locoactiva, ¿tomarse un trago costoso para escuchar lo que ponen en un carrito de aguacates? Nunca he comprendido ese afán insistente en que lo caro es sinónimo de bueno.
Así que, desde hace mucho decidí, que si quiero escuchar música, en mi casa tengo de sobra, rock de todo género, salsa, jazz, blues, clásica, rap. Para salir por cerveza, puede ser en una tienda, bar, billar, parque, con la música que sea. Momento, reconozco que soy afortunado al no haber tenido que soportar a un reguetonero o a una reguetonera, tengo mis límites. Y aclaro, me resulta mil trillones de veces más agradable la salsa, que me gusta y me gustaría conocer y escuchar mucho más, que el vallenato u otros aires "populares" de estas latitudes. Bendito Dios en billar que frecuentaba ponían rancheras y música de despecho, nada de vallenato.
Dado que tomo la música como algo serio, evito a las personas que no toleran gustos ajenos de forma enardecida, lo que puede ser natural en cierta medida, digo, no está mal decir "esa música es asquerosa", pero está mal decir "quiten esa vaina y pongan algo bueno". Eso solo me parece apropiado en el caso del ñeretón, insisto.
Retomando la anécdota inicial, qué distinto habría sido que la señora de la costa hubiese dicho algo como: "¿Será que les puedo pedir una canción? no es nada relacionado con lo que aquí suena pero quiero escucharla". Seguramente habría escuchado su silvestre y hasta habríamos tenido una discusión sana sobre ese personaje, un debate agradable mediado por unas onzas de alcohol, en donde ella había expuesto el porqué de su gusto y yo lo poco que sé del vallenato, al igual que el resto de los asistentes. Seguramente ella habría escuchado esa noche más de un vallenato... pero la mayoría no es así de cordial, la mayoría solo espera que le den la razón y se administre rápida comodidad, así, porque esa es la música de mi tierra y es lo mejor del universo.
Creo, que el Rock and Roll me ha inyectado tolerancia y cierto tipo de respeto hacia los gustos musicales o artísticos que no comparto. El rock me ha enseñado a investigar, a sumergirme y encontrar la relación que hay entre estilos musicales que a la vista del humano corriente son totalmente diferentes y es inadmisible una relación entre ellos. También me ha enseñado a mirar la varilla en el ojo propio, pues muchas personas que escuchan rock resultan ser unos completos pelmazos, como algunos contactos que solo tengo para informarme sobre la basura que piensan los de “ese bando”. Como el idiota que dice que Helloween es música de pobres, en cambio Roger Waters es música de flor y nata, así el man dé discursos que este pendejete detesta porque sus sueño es que Pink Ployd se reuna e inviten a uribe para que sea el lider de la banda.
O los idotas dizque dedo parado porque no escuchan Iron Maiden y compran discografías de agrupaciones totalmente influenciadas por la Doncella. Ni qué hablar de los agüevotardados que censuraron a Paul Gillman porque el man es chavista, solo por eso, porque no le he escuchado una canción donde diga: Colombia te vamos volver como Venezuela. Supuestamente es un adalid del rock en colombia la doña esa julio correal.
El rock no es destrucción como lo ven y creen muchos, menos autodestrucción, ya no existiría. Se trata de deconstrucción, de romper barreras, abolir instituciones mentirosas, por paradógico que sea dar un discurso en contra de la plataforma que lo sostiene. Y es que no hay estilo musical donde se encuentres mayores paradojas, finalmente es música de forajidos, ajenos y rechazados por el sistema, señalados, marginados y automarginados. El rock es un grito de libertad para quienes no aceptan lo que se debe aceptar política y mediáticamente.
Esta maravilla llamada Rock es un universo de públicos de mente abierta pero a la vez intolerantes, pero intolerantes Giordano Bruno, quien no toleró los límites celestiales que sus sociedad aceptaba sin presentar duda alguna.

🤘🏻Larga vida al Rock and Roll. 🤘🏻

#DiaMundialDelRock

viernes, 26 de junio de 2020

Carl Lee Hailey lo hazo bien

Aquí se sienten de ultraderecha, anhelan lamer el trasero del innombrable, de que se aplique su mano firme... Pero no son capaces de reprender a un grupo de militares violadores. Claro, la violación es otra de las armas de guerra que han venido utilizando para mantener su mentiroso régimen.
En el centro de Bogotá hay un contra-monumento, construido por mujeres víctimas de la violencia sexual, de la guerra que este país padece desde hace décadas. La misma que niega el uribismo, pero que promueve a motosierra y machete.
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Fragmentos es el nombre de ese espacio artístico, creado con la dirección artística de Doris Salcedo. Hay que tener estómago de acero... el mío está forrado en Heavy Metal y no logré contener las lágrimas de la ira que produce la injusticia que reina es esta republiqueta.
Desde ese día le hice publicidad al sitio, a mis estudiantes, a mis conocidos, especialmente a todas las damas con las que tuve contacto. Las respuestas, las de siempre, "Interesante, Oye que fuerte, Tengo que ir a ver, etc., etc."
Aclaro que esto fue antes de la cuarentena, que la entrada al sitio es gratuita, que se puede ir en un domingo de ciclovía... Nadie, ninguna de mis estudiantes ni de mis conocidas me confirmo su asistencia. Tal vez debí invitarlas a ver una cochina película romántica o a un restaurante que pudiera exhibirse en sus redes sociales, eventualmente debí sugerirles ir a un bar de élite o ir a ver la última colección de ropa de alguna marca famosa.
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Estos días me he repetido la película Green Book... Lo menciono porque muchas veces me han tildado de machista, por eso de tener un trozo de carbón en el pecho, es un tema para profundizar en otra ocasión... Tal como Tony Lip le dice a Don Shirley, Yo soy más negro que usted, usted no conoce a su pueblo... A veces creo que tengo más solidaridad de género con las mujeres, que muchas de las que conozco y he conocido.
Solo cuando algo se vuelve tendencia hay una reacción "favorable". Me pregunto, ¿cuántas de esas de pañoleticas verdes y moradas que salen a gritar al centro han ido a esa exposición? ¿cuántas de esas de ni donde estaba ni como vestía, si quieran sabe que existe Fragmentos?
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Colombia es territorio hostil para las mujeres, no hay esquina donde estén seguras, no hay lugar donde sienta que pueden estar tranquilas del todo, ni siquiera entre ellas hay acuerdos... eso es tristre.
Considero que las colombianas deberían estar siempre en estado de protesta, contra la violencia de todo tipo, la masculina y la femenina, pues hay mujeres que votan por adefesios como maría fernanda cabal y paloma valencia, hay mujeres como vicky dávila que defienden este gobierno de porquería, hay mujeres que defienden a la vicepresidenta... Sí, los hombres somos de lo peor, pero muchas mujeres van a la vanguardia en ese orden de ideas.
Lo de la pequeñita violentada por ese grupo de malnacidos militares, es apenas otro grano de arena en una playa de inmundicia que a diario crece pero que es olvidada cuando llega una marea mediática.
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Otra de las películas que les he recomendado a mis estudiantes, en particular a las damas, es La Fuente de las Mujeres, hermoso ejemplo de unión y poder entre ellas, en una sociedad donde son vistas como seres inferiores.
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Como en Seven se dictamina, "Hay un pecado en cada esquina..." –Hay un abuso a las mujeres en cada espacio al que miremos, hay un tipo orinando frente a ellas porque se le da la gana, hay uno disculpándose de manosear a una de ellas porque "estaba borracho", hay uno esperando a que su hermana le sirva de comer, hay otro hombre mantenido que pasa la noche en casa de una de las madres de sus hijos, hay uno alterando una copa de licor, otro acercando sus partes a una pasajera del bus, otro acosando a sus vecinas (político y uribista), hay miles que no responden por sus hijos pero no favorecen el aborto, hay violadores esperando y claro, hay reguetón y muchas mujeres felices bailando esa basura.
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En Tiempo de Matar, película de 1996, se esgrime algo similar, en ciertos puntos, a este nuevo caso de violencia sexual en Colombia, también es una pequeñita la víctima. Como en la película, lo realmente justo, en un estado podrido como este, sería replicar lo que hace el señor Carl Lee Hailey.

jueves, 13 de febrero de 2020

La verdad sobre la mentira | DW Documental


De llevarse a cabo un conteo de las mentiras de los políticos colombianos, tendrían que hacer un episodio de Cosmos en el que presenten la nueva e insuperable cifra, como cuando el maestro Sagan explica el googolplex.
De por sí, en este país hay hasta torneos de mentirosos y hasta han creado comisiones de la verdad, a modo de sarcasmo, por supuesto.
Esto de, "el fin justifica los medios", está tan ligado al colombiano promedio como la impuntualidad que, claro, lleva consigo una multiplicidad de historias de ficción para justificar lo injustificable.
Nuestro desmedido uso de la mentira nos ha convertido en un pueblo desconfiado, todo lo que nos rodea es proclive a darnos en la nuca, ni siquiera los más cercanos se salvan de ese estigma.
Y cómo no, si la serpiente de dos cabezas está presente en todo rincón, donde exista eso que aquí llaman ciudad.
Un detector de mentiras colapsaría si estuviera midiendo la respuesta a la pregunta ¿cómo logró su primer millón? hecha a una persona que, de un instante a otro, escaló a un posición económica que le permite sentirse arriba de quienes por falta de "astucia y bendición divina" se quedaron en donde ellos estaban también.
Sin estudios, sin preparación alguna, más que su malicia indígena, pero con la conciencia tranquila porque nunca se han ensuciado sus manos y siempre pagan sus impuestos de manera oportuna... Ahjá.
Podría pensarse que la ética es senda de quienes han desarrollado estudios y cargan tras de sí una experiencia académica... no, tampoco se salvan, en las zonas rurales, personas que no han pasado frente a una escuela nos pueden dar clases de honestidad, nos pueden enseñar que sabemos que está bien y que está mal sin tener que escudarnos en "es que toca o me la hacen a mí".
Profesionales de títulos falsos, profesionales que lograron su título con quejas falsas sobre sus docentes, profesionales que se graduaron a punta de "colabóreme profe" y quién sabe qué más... pero todos, cuando les preguntan, narran su vida académica como si se tratara de los más abnegados y responsables estudiantes.
Depende del marrano, así en el comercio, así en los círculos cercanos, el precio está dado por la cara del paciente.
Mentira como profesión, desde los limosneros hasta el capitolio nacional, eso iguala a todas las castas sociales, el embuste es un símbolo patrio, como los calzoncillos colgados en las ventanas... Si no me creen, den un paseo por la parte trasera de la casa de narí.
Y yo, siendo un simple profesor, debo pagar mis pecados con la maldición de poseer una gran sinceridad carente de total sutileza. No puedo describir lo que siento cuando debo asentir a los directores de área o programa que, dada mi ácida insistencia en que me hablen sin tapujos, tienen que decirme, "profesor, mejor dicho pase a ese(a) estudiante y nos evitamos problemas...". Se me ordena mentir, entonces miento, pero se me crece la gastritis y debo pronunciarle a la dama o caballero abrigado por el amparo institucional hacia su mediocridad, "ya le mencioné en términos institucionales el motivo de su promoción en esta asignatura, ahora, en mis términos, usted no debe olvidar que no pasó la materia, se la pasaron, yo se la pasé". Claro, la verdad es recibida con estupor, con resentimiento, sobretodo sí es recibida en público.... Ah, cuánto odio de mediocres cargo sobre mis hombros, lo de Atlas no es nada.
Se debe mentir, porque son pocos los humanos notables que desean escuchar la verdad, a pesar de que no conozco a nadie que no diga: Yo valoro mucho la sinceridad, odio la mentira. Se miente y se quiere vivir engañado, de otro modo las redes sociales no tendrían el éxito del que gozan.
–Es que no es que me digas la verdad, es la manera y el tono en que me la dices– Como si disfrazar la verdad no la convirtiera en nada más que una mentira piadosa.
En todo caso, le quedó muy bonito, siga así... Digan eso y los van a amar, y si lo dicen en diminutivo, como el presidente eterno, ¡Pucha, se van a hacer matar por ustedes!
#ProfesorRata