miércoles, 2 de septiembre de 2009

El corrientazo nuestro de cada día


Por el Doctor Rata.

Un sitio modesto, bueno ni tanto porque tienen dos televisores LCD como de 50 pulgadas, el mío tiene veinte y es de los que ocupan media sala, en fin hablo de un restaurante ubicado en algún lugar de la troncal de la caracas de mi querida Bogotá. El menú corriente ofrecía para mi deleite una sopa de ajiaco (no sé por qué le llaman sopa de ajiaco, acaso el ajiaco no es una sopa???) donde la gallina brillaba por su ausencia tal como en mi barrio donde la que brillaba por su ausencia era el agua, cuando no, turbia y poco dulce nos visitaba. Un poco de ají complementó ese sabor aguado pero nada desagradable de la sopa. En seguida la bandeja, conformada por una pierna pernil de un ave de corto vuelo más bien delgada, ensalada con papas y mayonesa, arroz y una tajada de plátano, para bajar el menaje un vasito de jugo de curuba, maracuyá o algo parecido.

Hay que ser justos, el almuerzo estaba poderoso… pero un dasazón no me permitía disfrutar de mi manjar. Nada relacionado al aspecto culinario o higiénico del lugar, lo que no me permitía pasar bocado era lo que en ese momento las pantallas planas mostraban. En el canal Radio Casa de Nariño transmitían las reacciones de los familiares de un grupo de secuestrados en manos de “La FAR” de quienes se habían recibido pruebas de supervivencia. Las emociones eran el principal foco de las cámaras, las lágrimas y sollozos el condimento de esta agria ensalada de imágenes de nuestra realidad. Las voces pidiendo el acuerdo humanitario no faltaron, los familiares de los miles de secuestrados de este país y estos mismos no han dejado insistir por que se le de vía libre pero este gobierno guerrerista de repartición de notarias y prebendas reeleccionistas no ha dejado de negarlo.

Que el hijo de uno, la mamá de otro, la hermana, la hija, etc. Que la papa, el pollo, el arroz, el plátano… tal cual era la reacción de los comensales que me rodeaban. Para todos la noticia pasaba como un vaso de agua al clima. He visto mayor recogimiento bajo la tutela del Factor Equis o el programa mañanero de Caracol. ¿Qué pasaba? La pareja de la izquierda seguía besuquiándose como si nada, atrás un grupo de “ejecutivos” encorbatados hablaba de la jornada de fútbol del día anterior, a la derecha un tipo discutía por el celular, adelante una planta parecía prestar más atención al tv que todos mis congéneres. ¿Qué pasa, qué diablos pasa? Digo, no es que esperara que todos salieran con la camiseta a marchar a las calles, que lloraran y se rasgaran las vestiduras, que dejaran tirado su almuerzo y por ende sus labores para enarbolar la bandera por la libertad de los secuestrados. No, por lo menos esperaba que le prestaran algo de atención a la noticia, que recordaran que la libertad es un tesoro que muchos no poseen, que nuestro país decae por el olvido y por la megalomanía dictatorial de nuestro pequeño mandatario de gran corazón gubernamental. No es que lo culpe, él no los secuestró, para nada, pero como jefe de estado debería mostrar un poco de humildad en pro del bienestar de sus gobernados. Sólo un poco de humildad, eso no lo hace cobarde. Ese afán de ganar la guerra contra el terrorismo nos ha contaminado, nos ha vuelto insensibles y nos ha hecho creer que un secuestro es tan normal como limpiarse los dientes con palillo luego de almorzar.

Pero es así, simple, es solo otra noticia de secuestrados. A pocos les interesa interesaba y al parecer menos si no hay de por medio una convocatoria por el Facebook, con publicidad de todos lados, música popular y capada de trabajo y estudio. A nadie le interesa si no hay transmisión en simultánea con posible record guinness y con paparazzis que publiquen fotos en las páginas sociales de las revistas y periódicos. Porque hermano, si usted no sale a marchar es que está con los guerrillos, es que apoya el terrorismo porque aquí lo malo no es el secuestro, lo malo son los bandidos de “La Far”, por lo tanto la marcha se hace en contra de ellos y a los secuestrados que se queden con las ganas de libertad mientras a los paracos de motosierra los premiamos porque “se desmovilizaron” y ese es un gesto de paz, cambiar guerrillos por civiles es dar el brazo a torcer y una afrenta a la seguridad democrática.

Duele, duele ver que la novela del taxista preocupa más a este pueblo que el sufrimiento de sus hermanos patriotas. Duele ver que los jóvenes se preocupen más por copiar modas transgeneristas que por adoptar una postura de opinión y denuncia. Duele ver como se nos va de la mente la promesa de paz luego de liberar a la Ingrid Betancourt y la hecha por esta de luchar incansablemente por la libertad de los que se quedaron el algún lugar de las montañas de Colombia. “Jaque mate a las Far!!” Jaque mate este que le tengo aquí!!!!

La hora del almuerzo se va como se fueron las pruebas de supervivencia en el noticiero, no siendo más que contenido, bien pudo estar en las buenas noticias del entretenimiento. Mañana otro almuerzo, otra masacre, otros falsos positivos, otras zonas francas, otra compra de votos para el tercer periodo, otra encrucijada en el alma, otra base militar de los gringos, otra notaria entregada, otro ministerio, otra reforma constitucional, otra cortina de humo… Momento, no fue necesaria la espera: Último Minuto!!!!!! El presidente tiene la gripe porcina!!!!! Secuestr… de qué estábamos hablando???? A ya de que pobrecito el presidente le dio la gripa del marrano.