Conmoción nacional por muertos extranjeros. Los muertos nacionales no son más que extraños. Todos somos Charlie pero nadie es El Salado, nadie es el Tacueyó, nadie es es Bojayá, nadie es el decapitado por los paras, o la violada por los guerrilleros, nadie es el muerto a puñal por una bicicleta, nadie la quemada con ácido por celos, nadie el soldado muerto por una patria boba, nadie el policía agonizante en su secuestro, nadie el niño muerto de hambre, nadie el anciano muerto en la calle devorado por el abandono, nadie la niña muerta junto con su hijo en medio de un aborto, nadie el jefe de hogar asesinado por apartamenteros, nadie la familia muerta atropellada por un niño rico borracho, nadie el grafitero asesinado por la autoridad, nadie el hincha muerto por otro hincha del mismo equipo.
Ahora mismo en los medios todos hablamos francés, todos somos admiradores de los caricaturistas, ahora mismo las caricaturas nos parecen arte, nos parecen expresión libre, ahora mismo no creemos que las caricaturas sean bolitas y palitos y que los caricaturistas se ganen la vida con matachos sin sentido, ahora mismo apreciamos el arte, ahora mismo nuestro intelecto a crecido a tal punto de entender lenguajes foráneos, ahora mismo abrazamos tres colores, el azul el blanco y el rojo.
Más tarde por el mismo canal...
Un nuevo encuentro de fútbol nos recordará que nuestra patria es Colombia, mi patria querida, más tarde por el mismo canal el reality traerá luz a nuestro existir, más tarde unas tetas y un culo gigantes nos harán sentir orgullo del país en el que nacimos, vivimos y a diario morimos.
Más tarde en este mismo canal nos preguntaremos, Y quién es ese tal Charlie???
